Este año la Virgencita de Guadalupe, patrona de América Latina, cumple 493 años y desde ya, nos preparamos para su aniversario 500.
El Padre Gonzalo aprovechó la ocasión para contarnos la historia de su aparición por primera vez en el México de 1531 y la experiencia del indígena Juan Diego y el Obispo don fray Juan de Zumárraga el 12 de diciembre. Durante su charla, nos habló del Nican Mopohua, el primer relato escrito que narra la aparición de la perfecta Virgen Santa María Madre de Dios en el Tepeyac, el monte de Guadalupe. Luego, nos explicó las principales características de la imagen que dan fe de un origen de naturaleza sobrenatural y varios milagros atribuidos al cuadro.
Características del cuadro.
El cuadro está grabado sobre un tejido de agave hecho con fibra de maguey, con una medida de 104 x 170 centímetros; este tipo de lienzos tiene una vida útil máxima de 30 años y el cuadro cumple 473 años este diciembre (2024). Siempre estuvo expuesto a las condiciones del entorno, pero sus colores siguen brillantes como si estuviera recién pintado, aunque varios expertos han expresado que no tiene trazos de pintura o pinceladas y el colorante es de origen desconocido. Todos sus elementos como el ángel y la luna crean la proporción áurea, expresión universal de armonía estética en las obras de arte. Hoy, el cuadro está protegido por un cristal.
Detalles en la imagen.
Le dicen “la morenita”, porque es la única imagen de la Virgen María con rasgos indígenas que representa la identidad cultural de una joven mestiza de 16 años. Como el pueblo azteca adoraba al Sol, la Luna y las estrellas, la Virgen de Guadalupe oculta al sol y sus rayos aparecen por detrás, pisa la Luna y las estrellas adornan su manto. Todos al servicio de María. El ángel simboliza a Juan Diego, mensajero que trae a la Virgen de Guadalupe y la sostiene con sus brazos.
Su manto tiene 46 estrellas que representan las constelaciones durante el solsticio de invierno exactamente como se veía el cielo de México ese mismo día. Tiene una cinta negra alrededor de su vientre que, según la tradición indígena, simboliza la señal de una mujer embarazada sobre quien debían tener cuidados especiales. El broche con la cruz indica que ella nos trae la joya de Cristo crucificado. El trébol de cuatro hojas es signo de plenitud, simbolizando a Dios.
Sus ojos tienen un efecto tridimensional que les da profundidad y movimiento, dándoles una impresión de vitalidad, asemejando los ojos humanos; en ellos, se reflejan las 12 personas presentes en el momento en que Juan Diego desplegó el lienzo ante el Obispo, las escenas gráficas que hay en estos ojos no pueden ser obra de mano humana. El lienzo tiene una temperatura promedio de 15 grados, pero la figura de la Virgen mantiene una temperatura permanente de 36 grados, como una persona viva.
Milagros atribuidos al cuadro.
Finalmente, el Padre Gonzalo finalizó la charla narrándonos varios milagros relacionados al cuadro original.
En 1791 unos trabajadores que limpiaban el marco derramaron ácido nítrico accidentalmente; esto pudo destruir el lienzo, sin embargo desde entonces ha venido recuperándose y la mancha ha desaparecido casi por completo.
En 1921 una bomba destruyó alrededor del 95% de la iglesia de Guadalupe pero la sagrada imagen de la Virgen se mantuvo intacta; hoy la Basílica es un santuario mariano que recibe más de 20 millones de peregrinos al año.
Luego, recibimos la concesión para orar el Santo Rosario con los Misterios Preparatorios que se rezan únicamente en monasterios de clausura:
La Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María.
El nacimiento de la Inmaculada Virgen María.
La presentación de la Virgen en el templo.
La virginidad perpetua de María.
Los desposorios de San José y la Inmaculada Virgen María.
Y finalizamos con una hermosa misa.