Sus Inicios Como Capilla-Garaje Y La Junta Pro-Parroquia
En 1993, Monseñor Teófilo Tovar, Vicario de la zona Pastoral de San Pedro, hombre de mente abierta que con su celo pastoral y entusiasmo acogió de buena gana la idea de que un sacerdote de la comunidad Redentorista, el Padre Matías, celebrara la Eucaristía en el garaje en donde se dio inicio a la actual comunidad parroquial.
En ese entonces, la Misa dominical se celebraba al mediodía, en la Capilla del Colegio de las Hijas de Cristo Rey. Entre semana, la celebración era en el garaje de la casa perteneciente a una finca contigua al Colegio hacia el oriente. En este garaje había un Cristo, un cuadro de la Virgen de Chestocova, 10 bancas y una mesa para celebrar.
En el tiempo de los padres polacos, unas pocas señoras se reunían como grupo de oración dirigido por Olga de Nates; ellas mandaron hacer una urna con la imagen de la Virgen para que cada uno la llevara a su conjunto y así propagara la asistencia a la misa y para colaborar con las donaciones a las necesidades de la Capilla-garaje. Era este garaje un centro de culto que dependía de la Parroquia de la Santa Cruz, dándole el nombre Virgen de Chestocova.
El Padre Andrés Lukomsky quien oficiaba la misa, vivía en la Parroquia de San Gerardo Mayela, no recogía ofrenda en la misa, solo pedía de vez en cuando para el bus. Estaba asignado a la provincia redentorista de Bolivia, pero por algún motivo, permaneció en Colombia.
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Se procedió entonces a conformar una junta Pro-parroquia, integrada por personas interesadas (1) en que en el barrio aún en construcción, se levantara un templo que sirviera como próxima parroquia. Estas personas ayudaron a recolectar los primeros fondos para su construcción, a través de la venta de empanadas, papel periódico y un pequeño expendio de libros religiosos, cuyas utilidades se consignaban en una cuenta bancaria que se abrió para este efecto y para quienes quisieran hacer donaciones, luego se anexaron otras personas (2).
A la capilla se le había cambiado el nombre por el de la Virgen de Monteclaro. El Padre Jorge Arturo, celebraba allí los domingos dos misas y dos en la capilla del colegio Hijas de Cristo Rey, y diariamente, una misa en el garaje. Visitaba los conjuntos para que lo conocieran; se fueron adquiriendo sillas y unas carpas que ampliaban el espacio a continuación del garaje ya que aumentaba el número de fieles que asistían a las misas. Así se fue creando la Comunidad parroquial, basada en los principios del Camino Neocatecumenal como iniciación cristiana de adultos.
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Constitución De La Parroquia Y Elección Del Terreno
La Parroquia fue erigida canónicamente el 12 de mayo de 1996 mediante Decreto No.134 del 16 de abril de l996 del arzobispo de Bogotá, Cardenal Pedro Rubiano Sáenz, quién designó al Padre Jorge Arturo como Párroco. A la nueva parroquia se le asignó el nombre de Santa María del Camino, dedicándola así a la Madre de Cristo que es el Camino.
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El día de la fundación de la parroquia presidió la Eucaristía el señor arzobispo Pedro Rubiano Sáenz, en un lote en el que supuestamente se iba a construir el templo, y que era ofrecimiento de la familia Char, pero que luego desistió, como igualmente pasó con el ofrecimiento de la familia Vivas en predios de la Hacienda San Rafael.
Ante estas dos declinaciones, Monseñor Rubiano ordenó buscar un lote, encontrándose el que ahora ocupa el templo parroquial, y por el cual pedían más de un millón de dólares de la época, pero que con intervención de Monseñor se logró comprar por $630 millones de pesos, suma que se pagó con donaciones que se habían dado a la parroquia para tal fin y con un préstamo que hizo la Curia a la parroquia en 1999.
El Padre Jorge Arturo aseguraba que gracias a la intercesión de ella se logró todo lo relacionado con la compra del lote y la construcción del templo ya que era imposible adquirirlo por el precio exigido, que en su momento ascendía a más de $1.500 millones de pesos.
Los Cimientos: Dedicación Y Construcción Del Templo Y La Casa Parroquial
Se elaboraron los planos y se puso la primera piedra.
Construyéndose inicialmente el que se denominó “Cambuche”, con capacidad para doscientas personas y un espacio para despacho parroquial; desde ese momento se celebró allí la eucaristía y ya no se volvió a celebrar en la capilla de las Hermanas del colegio, quienes generosamente habían puesto a disposición de la parroquia las instalaciones para las celebraciones litúrgicas.
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Con la ayuda de la Firma constructora AIA de Medellín se pusieron los cimientos del templo que se inauguró, en obra negra, en la Pascua del 2001.
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El templo se consagró el 21 de noviembre de 2002, con presencia del Señor Cardenal Pedro Rubiano Sáenz, del Señor Obispo Auxiliar Enrique Sarmiento Angulo, Vicario de la zona pastoral y de numerosos presbíteros de la Arquidiócesis. Se colocaron las reliquias de San Francisco de Asís, San Juan de la Cruz, Beato Ezequiel Moreno y un trozo del ladrillo de la Casa de la Virgen de Loreto.
Al mismo tiempo se fue construyendo la casa parroquial que se inauguró en el 2003. En principio el Padre Jorge Arturo, estuvo siempre acompañado de un seminarista del seminario Redemptoris Mater de Medellín, se hospedaron en una casa de familia; luego alquilaron un apartamento en el conjunto Alameda de Santa Clara y después en el conjunto Colina Campestre, hasta cuando se construyó la casa parroquial.
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Los Vicarios parroquiales que acompañaron al Padre Jorge Arturo fueron el Padre Michelle Benvenuto en el año 2002, el Padre José Luis Oca durante 2005 y 2006 y el Padre Carlos Augusto Hernández durante 2007 al 2008.
El Señor Cardenal Pedro Rubiano Sáenz fue un apoyo y un animador incondicional en la construcción de la Parroquia, lo mismo que los Vicarios Episcopales de la Zona Pastoral. Igualmente, hay que anotar la colaboración de los feligreses de la Parroquia, ya que no se tuvo ninguna ayuda del exterior, ni de ninguna institución, fuera del préstamo dado por la Curia Arzobispal, para llevar adelante dicha construcción; este préstamo se canceló totalmente el 10 de diciembre de 2009, con las actividades promovidas especialmente por la Comunidades Neocatecumenales y apoyadas por la generosidad de todos los feligreses.
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Conchita de Pulido, Darío Giraldo, Jesús Franco y su esposa Amparo, María Cristina Monroy, María de Truman, Hernando quien era el presidente de la constructora de Colina Campestre (Constructora PAL) y Miguel Pérez revisor fiscal.
Irma Cecilia Mora y Gloria Velandia. Varias personas colaboraron asiduamente en la limpieza y adecuación del garaje, como Eufemia de González, Marielita, Luz Piedad, Cecilia Jaramillo y su hijo Alejandro García.
Una nueva junta pro-templo se conformó con la constitución de la Parroquia en 1996: Bernardo López, Álvaro Morales, Juan Vicente Isaza y Héctor Correa, entre otros.
